10.29.2011

Premio: Gracias por tu amistad

Hola a todos. En esta ocasión vengo a mostrarles e invitarlos a un evento, por llamarlo así, muy curioso y bastante amigable. Me refiero a éste en el que la maravillosa Abbie me ha invitado, convocado, obligado (...). Así que les dejo las reglas y el de qué va esta entradilla...


  Reglas ♥


1. Las reglas son fijas
2. Todas las personas tienen que poner 10 u 11 cosas personales (confesiones)
3. Tienes que dar 11 preguntas hacia las personas que elegiste para realizarlo.
4. No es obligatorio responder las preguntas de la cadena pero si debes responder la preguntas de quien te eligió.
5. Elegir 11 personitas para que hagan los mismo y vincular sus paginas.
6. No se puede regresar el cuestionario.
7. Diviértanse :D
 

Mis 11 confesiones

  1. Tengo una terrible jaqueca desde hace días. Y me da cada vez que comienzo a leer, veo Tv o prendo el ordenador.
  2. Tuve un pasado muy oscuro con la saga Twilight.
  3. Aprendí a escribir gracias a los fanfics de Twilight. (¡Que vergüenza!)
  4. Mi primer libro fue "El principito". Lo releí muchas veces pero no le entendí, tampoco lo finalicé.
  5. Tengo muchas historias por contar, pero tengo miedo de fracasar. Que resulten ser basura y demás porquería...
  6. Quiero viajar a muchos lugares. Demasiados. Dentro de mi país como en el resto del mundo.
  7. Mi sueño frustrado es ser actriz y cantante.
  8. Me gusta cantar en el karaoke, aunque lo hago pésimo.
  9. Quiero leer las obras de Javier Ruescas.
  10. Soy Potterhead y lo seguiré siendo hasta el fin de mi vida.
  11. Vi morir a alguien y a pesar de que ha pasado más de un mes, no he podido dejar de recordar esos momentos.
Preguntas que me hizo Abbie
  1. Personaje favorito de libro: Tengo muchos, pero creo que... Harry Potter.
  2. Escritor favorito: J. K. Rowling
  3. Actor Favorito: Anthony Hopkins
  4. Harry Potter o Crepúsculo: Harry Potter, por supuesto.
  5. Página Web Favorita: BlogHogwarts
  6. Tu hábito más extraño: Morderme los labios >-< (hasta el punto de herirlos)
  7. El nombre más feo: Filomena
  8. Hombre o mujer ideal: Mr. Darcy *3*
  9. Libro o revista: Libro.
  10. Peliculas subtituladas o dobladas: Subtituladas.
  11. La mejor saga que recomendarías: Harry Potter.
  12. Mis preguntas
    1. ¿Fantasía o realidad?
    2. ¿Romance o Amor?
    3. ¿Un año bien vivido o mil años sin sentido?
    4. ¿Amigos o novia(o)?
    5. ¿Facebook, Blogger o Tumblr?
    6. ¿Villano favorito?
    7. ¿Vampiros u hombres lobo?
    8. Pelicula o serie:
    9. Estación favorita del año.
    10. ¿Qué te inspira?
    11. ¿Vale la pena escribir por una sola persona que lea lo que has creado?


Le doy mis preguntas a:


Ñam, ñam, muchas gracias a todos. Espero que no tengan ningun problema en constestar las preguntas. Que se diviertan pensando y reflexionando. Hasta pronto.

Ana.

10.28.2011

Un regalo inesperado

Todos estaban parados en sus respectivos lugares. El Rey, en la cabeza de la mesa alargada, alzó su regordeta copa, distinta a la de los demás.
―Esta noche, quiero agradecer la presencia del Príncipe Yhorel, de Daraídhe, que ha alegrado la vida de mi amada hija con su vista. Deseo que juntos, hagamos un brindis por ella, por su salud y su felicidad, por que cumpla muchos años más. ¡Por Narthi!
―¡Por Narthi! –dijeron todos a coro mientras ella los observaba desde su asiento. Hombres y mujeres le dedicaron sonrisas y alzaron sus copas.
Su padre fue el único en beber el líquido de color sangre, mientras que los demás se sentaban. El Rey continuó de pie y observó profundamente a su hija, sonriendo. Entonces, la sonrisa de su rostro se desbarató en una mueca terrorífica, el hombre se contorsionó y se dobló por la mitad, recargándose sobre la mesa y provocando que la pulcra vajilla de color marfil tintineara. Narthi observó detenidamente el suceso. No hubo ninguna idea que le cruzara por la mente, hasta que vio que su padre no podía sostenerse más y caía de lleno sobre la mesa…
Las mujeres gritaron y los Lores miraron extrañados a su alrededor. Fue Yaeth, el mismísimo Consejero del Rey, quien se levantó de su asiento y fue hasta él, ayudándolo. Lo siguiente que Narthi supo fue que ella corría desaforada, rodeando los asientos que se interponían entre el de su padre y el de ella, de extremo a extremo. Se arrodilló sobre su vestido color rojo, acercándose a la figura de su padre que yacía tendido sobre el suelo. El hombre alzó una regordeta mano hasta ella y le acarició la mejilla.
―De…debes… i-ir… ―el Rey tembló profundamente mientras dedicaba su ultima mirada en este planeta. El rostro de su hija apareció en su mente y se llevó el recuerdo de su rostro preocupado, confuso, siempre tan legible…
Narthi gritó, aterrorizada; profirió gritos, derramó lágrimas mientras el Consejero trataba de tranquilizarla. Yhorel también se acercó a ella y la rodeó con sus brazos. El revuelo que se formó en la sala era enorme, pero nada parecía importar, solo el hecho de que el cuerpo de su padre  yacía sin vida sobre el suelo.

10.26.2011

El espectro

Perdón, pero no me puedo resistir
 a crear algo con ésta foto.
Ya no era quien solía ser. Aun tenía la misma apariencia, el mismo cuerpo, la misma sonrisa, la brillante mirada, la típica familia... Para quienes creían conocerlo, él estaba bien, seguía siendo el mismo de siempre. Pero para él mismo, que apenas y lograba conocerse a mayor profundidad, porque siempre descubría algo nuevo en su alma y su ser,
era un total desconocido.
Sabía muy bien que no podía regresar el tiempo y ser quien solía ser. Solo quedaba la melancolía que le provocaban los recuerdos, el dolor que le infligía estar sin ella, el sacrificio que hacía cada día para fingir, para actuar...
Ahora solo era el espectro del muchacho idóneo y ejemplar que había sido.
 Solo eso, un espectro.

Guardianes Del Alma: Capítulo 1

Esto es sólo una prueba.
¿Les interesa o no?

Con sus brillantes ojos observaron a las personas que caminaban en el parque.  Julia pensaba que  era el momento perfecto para poder conseguir comida. Entre más gente, más dinero…
Era de tarde y las personas se refugiaban del tremendo calor bajo la sombra fresca de los árboles, abanicándose con algunos papelillos que tuviesen en las manos; las señoras observaban a sus hijos correr y jugar; otros, comían deliciosos helados para olvidar el bochorno y otros cuantos, disfrutaban de comidas como hot-dogs, pizzas, papas francesas, esquites o pastelillos.
Julia escuchó rugir el estómago de su hermanito, exigiendo comida. El de Julia le hizo coros al primero. No podía esperar más, tenía que ir en búsqueda de algo que les hiciese olvidar el dolor penetrante en su interior.
─Quédate aquí─, le ordenó a su hermano pequeño, que la miró atento. ─No te metas en problemas, Rodri.
El niño de cuatro años la observó partir, atravesando los grupos de personas que caminaban en la explanada del parque. Rodrigo se tiró al suelo, al pie de la banca para perder la mirada en las personas que comían; no podía dejar de imaginar enormes platos de comida frente a él, comer hasta saciarse era lo que más deseaba. La idea de ir hasta ellos y pedirles un poquito, aunque fuese una migajita, le cruzó por la mente pero no se atrevió. Además, Rodrigo no hablaba; ni con su hermana ni con nadie más. Se quedó allí, consiente de que las palabras de Julia significaban: “No te alejas, no te muevas, permanece invisible, si alguien te quiere llevar debes gritar… Yo vendré por ti.”
Ya había ocurrido en otra ocasión, en la que un hombre de aspecto mugriento había querido llevárselos a ambos. Claro, ése hombre no sabía que Rodrigo era muy bueno dando patadas ni que Julia mordía tan fuerte que era capaz de arrancarte un pedazo de carne.
Mientras tanto, Julia atravesaba la plaza persiguiendo a los grupos de personas, pidiéndoles en voz tímida: “¿Me regala un pesito? ¿Tiene alguna moneda?” Algunos le dirigían miradas de lástima, pensando que eran niños explotados y no les daban nada; a algunas mujeres les temblaba el mentón y dejaban caer uno o dos pesos en las manitas de Julia. La mayoría de las personas que le daban algo, dejaban resbalar centavos, que muy difícilmente le servirían en tiendas que no aceptaban esas pequeñas monedas. Su estómago rugió otra vez y decidió que ya era tiempo de visitar alguna tiendilla.
─Disculpe, ¿para qué me alcanza? –enseñó las monedas, en su mano acunada, a la mujer que atendía el establecimiento.
─No tienes mucho ─dijo la señora regordeta, que sudaba por todos lados. ─Solo te alcanza para unas galletas pequeñas. ─Fue hasta el armazón metálico que contenía las diversas clases de golosinas y señaló dos: ─ ¿azules o verdes?
─Verdes ─contestó Julia, pensando en el color de los ojos de su hermano.
Apenas tuvo las galletas en sus manos, Julia dio las gracias y salió disparada hasta la banca donde había dejado a Rodrigo.  Su hermano seguía tirado allí, observando a todos.
─Toma, son todas para ti. ─Rodrigo la miró anonadado, feliz de tener algo que comer. Abrió desesperado el paquetito y comenzó a tragar sin respirar. Las galletas se le atoraron en la garganta pero no importaba, porque el estomago recibía muy bien los trocitos, que contenían chispas de chocolate. Entonces el rugido del estómago de Julia lo hizo parar; se dio cuenta de que solo quedaba una galleta. Avergonzado y triste, tocó a su hermana en la mano, que le daba la espalda y le tendió la última galleta.
Los ojos de Julia brillaron placenteros cuando dejó que la galleta se aguadara en su lengua. Le gustaría comer muchas galletas más. Le gustaría jugar como aquellos niños del parque, que corrían a los brazos de su madre. Le gustaría que su madre apareciera de la nada y la abrazara, que le tarareara una canción. No pudo evitarlo: las lágrimas le resbalaron por las mejillas unas tras otras. Con un rápido movimiento, para que Rodrigo no se percatara, se las limpió con el dorso de la mano.
─Gracias, Rodri. Será mejor que vayamos a casa.
Y los niños se marcharon del parque; buscarían cartones para cubrirse y algún  callejón solitario en el que dormir; cuando rezaran a los ángeles de la guarda ─ y si podían ver las estrellas, con mucha suerte ─ estarían en casa.

10.25.2011

Ahógate

Una débil voz decía en su mente: “ahógate”. Pero él no le hacía caso. Era mejor omitirla, fingir que no estaba allí. “Ahógate, deja que el agua inunde tus pulmones…,  deja que tu corazón se detenga…”. En cambio, el muchacho se quedó flotando allí, dejando que el agua moviese su cuerpo en un vaivén relajante. Era fácil dejar que el agua lo condujera, pero era difícil también el no poner un alto. Él no era quien ejercía la fuerza sobre el cuerpo, era el agua la causante de aquello, la culpable.
 La voz volvió a decir “ahógate”. El susurro ya no existía, había cobrado fuerza aquella voz, su voz. “Ahógate de lo que desees y no del agua que te han impuesto. Ahógate”. Quería hacerlo. Deseaba dejar de fingir alguien que no era, deseaba ahogarse en sí mismo, en su verdadero yo. ¿Pero y si fallaba? ¿Y si, sin importar cuánto tratara de ahogarse por acción propia y no por el capricho del agua, no podía lograrlo? ¿Y si ya era demasiado tarde para intentar moverse por sí mismo?

“Ahógate, deja que el agua inunde tus pulmones,
Déjate llevar por el instinto, lucha por tus sueños,
No te rindas. Deja que tu corazón se detenga de felicidad.
Ahógate de ti, no de los demás”.





Quizá ya era el momento, entonces él… se ahogó.



10.24.2011

El peso del mundo


No quiero cargar al mundo en mis hombros,
Es suficiente cargar ya mi cabeza y sus millones de locos pensamientos.
No quiero saber de las cosas que se supone debo hacer,
Donde ir, que resolver, que pensar…
Solo quiero reírle a la vida y continuar siendo yo.

No  quiero cargar al mundo en mis hombros.
Es suficiente ya ver el dolor y tratar de aliviarlo,
No quiero saber qué es lo que todos tienen preparado para mí,
¿Estudio, familia, trabajo?
Solo quiero cometer errores porque así me siento humano.

No quiero cargar al mundo en mis hombros,
Es suficiente no querer, es suficiente soñar.
No quiero saber que no puedo seguir tus pasos
Solo porque creen que estás loco.
¡NO, NO QUIERO CARGAR  EL PESO DEL MUNDO!

10.23.2011

El mundo en que nos encontramos es absurdo



“En un universo súbitamente despojado de ilusiones y luces, el hombre se siente un forastero, un extraño. Su exilio es irremediable, puesto que está desposeído de la memoria de un hogar perdido o de la esperanza de una tierra prometida. Este divorcio entre el hombre y su vida, entre el actor y su escenario, es exactamente el sentimiento de lo absurdo”.
- Albert Camus


El deseo es la causa del sufrimiento


Buda ofreció a la humanidad un análisis y una receta para lo que él llamaba “la enfermedad de vivir”. La Primera Verdad Noble del budismo es que, para todos nosotros, la vida es sufrimiento. La Segunda Verdad Noble es que sufrimos porque deseamos algo.


Nada en el mundo puede proporcionarle un placer permanente,  puesto que nada es permanente.
Si busca en este mundo la felicidad, solo se frustrará.



10.21.2011

El Sr. Potter y su fiel lechuza


Quisiera tener una amiga como ella.
Se enoja pero jamás juzga.
Escucha pero no reprende.
Vuela, libre... y siempre regresa.
Es un "maldito pichón", según el Tío Vernon.
Ellas no son nada, segun nadie, porque no existen.

Ella es una buena amiga,
leal al chico Potter.
Ella da la vida por él...
Ella es Hedwig.

10.20.2011

Fe, Esperanza, Amor


Fe, para creer que durante un segundo, él me mirará a los ojos.
Esperanza para esperar pacientemente a que ocurra.
Amor para mantener la mirada, sin miedo a nada.

Fe, para imaginar su mano enlazada a la mía.
Esperanza para no soltarla jamás, sin importar la distancia.
Amor para sentirla aunque no esté.

Fe, para amar.
Esperanza para perdurar.
Amor para vivir.

Fe, Esperanza, Amor,
para mí.
Yo lo merezco también .

10.19.2011

Londres


LONDON

Quiero despertar en Londres,
tomar un abrigo y una bufanda.
Ir a King Cross arrastrando mi baúl,
con el pichón dentro de la jaula.

Quiero ir a Londres.

10.18.2011

Guardianes del Alma: La muerte de Rodrigo





Se quedó sumida en una oscuridad mental. La negrura se le pegaba a los ojos, no importaba cuánto luchara, no podía abrirlos. No sabía qué había pasado, porque aquello no tenia sentido. Tampoco conocía cuánto tiempo había yacido sobre el asfalto mojado y frio. Esforzándose hasta los limites, Julia se retorció para quedar bocabajo, apoyaba el mentón en la superficie fría y lisa. Al fin, pudo abrir los ojos y lo que miró la dejó anonadada. Habías miles de lucecitas rojas suspendidas en el espacio, pero la verdad era que salían de un cuerpo que yacía en una posición extraña, con las piernas largas dobladas en un ángulo mortal. Tardó unos minutos en comprender que aun seguía en una especia de lucha, porque había hombres que peleaban y gritaban, se empujaban a diestra y siniestra. Como pudo, se puso a gatas y se arrastró hasta aquel cuerpo.

El muchacho temblaba débilmente, sus labios no paraban de susurran un mismo nombre:

─Ju…Julia.

─Sh… Shhh… ─trató de silenciarlo. ─Todo es-estará bien ─quería creer las palabras que sus labios habían pronunciado, quería aferrarse a ellas, aunque la realidad le decía una y otra vez lo contrario. Las lucecitas rodeaban el cuerpo de Rodrigo, como si hubiesen salido de él y lo acompañaran por sus últimos minutos de vida. Había una daga, adornada con brillosas piedras, hundida en el pecho del muchacho y una enorme rueda oscura se extendía sobre su delgado suéter gris.

─Julia ─alcanzó a decir. ─T-te quie-ro.

─Yo también te quiero ─murmuró ella, mientras pesadas lagrimas le surcaban el rostro. Eso no podía estar sucediendo. ─No te preocupes… Estarás bien. Solo… aguanta. Aguanta. No te dejaré ir… Aguanta. Estaré contigo por…

─…siempre ─terminó Rodrigo. ─Me du-duele. Quí-quítalo.

Julia alzó su mano de dedos largos y con temblores que no pude reprimir, sujetó el mango dorado de la daga. Le ardió al contacto, pero no la soltó, el ardor se extendió de los dedos a la palma de su mano y subió por el brazo hasta llegar al hombro. Armándose de valor, Julia  extrajo la daga del cuerpo de su hermano con un solo movimiento. Dejó caer el instrumento a su lado y notó que el ardor desaparecía lentamente. Acarició el rostro de Rodrigo, sudoroso y frío. Él alzó su mano, buscando a tientas el rostro de Julia y apenas lo hubo tocado, su mano cayó inerte sobre su pecho.

─¡Rodri! ¡Rodrigo! ¡RODRIGO! ─Julia tomó a su hermano por los brazos y trató de moverlo. Sacó fuerzas de alguna manera y logró acomodar a su hermano sobre su regazo.

Un muchacho de cabellos chinos y oscuros se acercó a ella y tomó la daga, se abalanzó contra Julia, tratando de herirla, pero otro hombre se interpuso entre Julia y el muchacho, salvándola de una muerte segura. Julia no puso atención alguna en lo que sucedía a su alrededor, solo sentía un vacío gigante que jamás sería llenado. Entonces algo le pegó duro en la cabeza y volvió a entrar en una profunda oscuridad.

10.17.2011

El ángel oscuro



Mi querido ángel de la muerte,


arranca la poca vida que aún queda en mi.


Vierte la pureza de tu alma en mi cuerpo,


elévame al cielo entre la guarida nocturna


y las luciernagas estelares.


Mi querido y hermoso ángel, ven por mí;


dame muerte en este mismo momento


para descansar de esta tortura rutinaria.


¡Ángel de la muerte, te lo ruego!


Dame las alas para volar...


Déjame ser parte de ti.



10.16.2011

Nuktaé: El despertar de la noche


El lobo seguía aullando de una extraña manera, y un resplandor rojizo comenzó a moverse por entre los cipreses, como siguiendo el sonido. Cuando las voces se acercaron, el lobo aulló más fuerte y más rápidamente.
Bram Stoker


Definitivamente el movimiento de su cuerpo no se debía al balanceo del carruaje en el que viajaban. Fue entonces que recordó que después de diez horas de viaje, estaban lo suficientemente seguros de parar y acampar en el bosque. Así que no estaban en el carruaje, entonces, ¿qué era ese movimiento frenético? Se dio cuenta de que unas fuertes manos la tomaban por los hombros, haciéndola temblar y despertándola. Abrió los ojos asustada.
-Narthi, Narthi. Debemos irnos.
-¿Q-qué?
-Hay criaturas rodeando el bosque, ¡nos atacan!
-Pe-pe…
-No tenemos tiempo, debemos irnos –Nathaneel recogió las ropas de las que Narthi se había desprendido  y se las arrojó a la chica, que apenas estaba incorporada en la delgada goma puesta en el suelo.
-No entiendo –dijo con voz ronca.
-No es preciso entender. ¡Rápido!
Shaándi entró con una máscara de histeria en el rostro. Temblaba un poco, llena de pánico.
-Moriremos, moriremos, moriremos –aseguró. –Los han matado… -al ver que Narthi no reaccionaba, gritó:-¡Han matado a los guardias!
-Eso no es posible, son mis mejores guardias.
-El poder humano no es nada contra las criaturas de la noche.

10.15.2011

¡Otro concurso!





El Alma de los Árboles está haciendo un concurso bastante sabrosito de ámbito internacional, en el que podrán elegir uno de cuatro libros o si están en la Republica Mexicana, escoger entre el librín o un certificado de regalo de $300 para usar en las librerías Gandhi.  Así que si les llamó la atención vayan a la página, informense más  y participen.
Joder, me pregunto que mosca me ha picado porque ultimamente ando alistándome en concursos, cosa extrama en mi. Bah, quizá después de todo estoy cambiando y no quiero ser tan perezosa. O quizá...
 *inserte a Ana Arcia muy filósofa ella, aquí*

Montando una lechuza


Quisera montar una lechuza,
llevar cartas a mis amigos,
sostener una varita en mano
y pelear por el bien de todos.

Quisiera ir a Hogwarts,
practicar hechizos y reprobar pociones.
Salir a Hogsmade en las expediciones,
tomar cerveza de mantequilla
y enfermar de tanto dulce de Honeydukes.

Quisiera pertenecer allá...
y no acá.

10.14.2011

La ciudad en mi mente



A veces viajo por las calles de Londres, en plena madrugada.
Estoy cubierta de un largo y grueso abrigo negro, de gigantes botones.
Llevo un gorro en el cabello, que cubre mis orejas;
una bufanda larga de color sangre, que protege mi cuello y pecho de un buen resfriado.
Estoy comoda caminando allí, escuchando el sonido de mis botas contra el asfalto.
Me siento bien.
Respiro profundamente llenando mis pulmones de aire frío.
Caminar en Londres se siente bien, es un buen lugar para escapar.
Un chico con un sombrero antiguo se acerca y me sonríe,
inspira confianza.
Sé que lo conozco, que es especial,
que es solo mío.
Me agrada ese chico, es como si estuviesemos destinados a estar juntos.
Entonces él se desvanece, el asfalto también...
ya no hay frío, ni abrigo que me proteja...
Vuelvo a la realidad.

El imaginante



Un chico ordinario, con una vida ordinaria y una común bicicleta decidió ir a la escuela en aquellas dos ordinarias ruedas. La noche había sido fría y el día también lo sería, el sol estaba oculto y había tenido que cubrirse muy bien para no enfermar, con lo delicado de salud que era. Así que listo y con buena pinta, se montó en su bicicleta y con una sonrisa en el rostro partió de casa. Dedicó un seco "Adiós" a su madre al pedalear por primera vez y se perdió entre aquel manto blanco.

El chico, perdido en su mundo imaginario, se sentía lleno de adrenalina, como si algo maravilloso fuese a ocurrir. Entonces, de improvisto, pedaleó más fuerte para sacar un poco de esa energía que lo haría explotar en cuerpo y alma. Comenzó a reír como un loco, como si fuese un crío que acaba de subirse a una montaña rusa después de haberlo deseado por mucho tiempo. Con el viento colgelandole las mejillas y el gorro cubierto por una pelusilla blanca, siguió avanzando a una velocidad vertiginosa. No se fijó, por supuesto, en que el autobús escolar amarillo daba la vuelta en la esquina, viniendo hacia él y augurando algo malo. Y ocurrió que, las llantas del bus chirriaron tratando de evitar el golpe mortal, pero sin éxito alguno.

El chico, tumbado sobre las calles despejadas de nieve, tosió sangre y quedó cegado por una deslumbrante luz blanquecina. Algo mágico había sucedido, había viajado a un mundo en que todo era libertad, un mundo que le pertenecía y en el que cualquier imaginante desearía estar: el mundo que él mismo había creado... solo que después de la muerte.

10.13.2011

Por la ventana


Él mira através de la ventana
el mundo que se extiende infinito,
observa y desea poder salir,
conocerlo y tener aventuras.

Él mira através de la ventana y sólo desea partir,
olvidar las cicatrices de su alma
y volar tal cual águila.
¡Ser libre!

A través de la venta,
él se aleja y vive en un lugar mejor,
a través de la ventana llega la frustración.
Él observa, pero no salta,
él jamás se libera por la ventana.

Los que nos aman, jamás nos dejan...

Querido Harry:
Debido a los actuales eventos, he comenzado a preguntarme una y otra vez cómo aguantaste todo lo que te sucedió. Harry, he visto a alguien morir, alguien especial, alguien a quien amaba y con quien hablé unos veinte minutos antes de que hubiese partido de este mundo terrenal. Dime, por favor, querido amigo, cómo aguantaste vivir todo aquello sin desfallecer prolongadamente. Yo  no sé qué hacer. Extraño a esa persona como  tú extrañaste a Sirius, la recuerdo todos los días y me digo a mi misma que regresará éste próximo fin de semana. Pero el sábado llega y el portón no se abre, él no entra y me saluda, él no viene.  
No puedo dejar de recordar el momento en que él se desvaneció en medio de aquella calle, no puedo quitar de mi mente aquellas imágenes tan vívidas de lo que sucedió esa mañana del 20 de septiembre. Recuerdo y recuerdo y vuelvo a vivirlo. Tengo una fotografía de él y la saludo mentalmente todos los días, pido a mis ángeles por él, le recuerdo con el más mínimo detalle. Los chocolates me lo recuerdan, la forma de andar de ciertos hombres le hacen a mi mente una mala pasada: lo veo, lo veo venir hacia mí, con el típico balancear de sus piernas arqueadas.

Y entonces recuerdo de nuevo que lo vi muerto ante mis ojos, que vi como muchos trataban de devolverlo a la vida. Recuerdo la histeria, el dolor y la agonía que viví. Recuerdo todo y me hundo de nuevo, sonriendo por mantener aun con vida el sonido de su voz, su rostro a la perfección en mi memoria. Sus cabellos entrecanos… Ahora, el cuerpo aparece frente a mí, tendido en un viejo catre, cubierto con una manta blanca. Si tomo la memoria, puedo sentir el contacto frío de la muerte cuando mis manos tocaron las suyas, cruzadas sobre su inquieto pecho. Puedo recordar la media sonrisa de su rostro, la relajación en sus facciones, como si estuviese tranquilo, esperanzado de que nos volveremos a encontrar. Recuerdo cuando muchos llegaron y lloraron ante él, lloraron ante su partida… Recuerdo el ataúd, el cristal que me impedía ya tocarle… Recuerdo todo, la forma en que me sentaba a su lado, los rostros adoloridos, el cansancio, el hecho de no poder creer lo que mis ojos veían…

Oh, Harry, sé que puedes comprenderme. Solo quiero saber cómo encontraste la fortaleza  para seguir viviendo, para jamás pensar: ¿porqué el murió y porqué yo vivo? ¿Recordabas a menudo los momentos con Sirius? Porque yo sí los recuerdo con él, recuerdo y recuerdo… Eso es lo único que me queda por hacer: recordar.
Dime, Harry, dime… Es lo único que te pido. 
X


10.11.2011

Primer Concurso de Reverie Books



Yo sé, yo sé... que casi no entro en concursos ni nada de eso, pero esta vez no pude negarme. Gracias a la señorita Centinela, me enteré del concurso de Reverie Books está organizando. Es su primer concurso y es de talla internacional (¡A brincar de emoción!).

La cosa es que tienen que checar las bases, enviar el formulario, cumplir con unos pasitos obligatorios y ganar puntos extras.  Aquí está el enlace, por si les interesa.

Los libros que pueden ser de ustedes son:

  • Orgullo y Prejuicio, Jane Austen.
  • El Club de los Corazónes Solitarios, Elizabeth Eulberg.
  • Crescendo, Becca Fitpatrick.


Adieu!

El regalo de Ally Torres


En México ya es 12 de Octubre y se podrán celebrar muchas cosas a nivel mundial, como el muy conocido "Día de la Raza", la "Inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968 en México" o el nacimiento de una banda mexicana llamada "El Tri", entre muchos otros sucesos.

Pero hoy es un día importante porque una de mis muy mejores amigas cibernéticas y colega y joven escritora cumple años (redobles, por favor). Se trata nada más ni nada menos que de:

ALLY TORRES.
¡Joder! Invitanos a cenar.

Es una chica, obviamente, que me ha sabido leer en momentos de crisis histéricas aniales* y ha compartido momentos graciosos conmigo. Nos hemos dado unos cuantos tomatazos cibernéticos en ciertas ocasiones, disgustandonos y demás, pero a pesar de eso nos hemos llevado muy bien y dejado todo lo pasado en el pasado. También, hemos compartido experiencias dirigiendo pequeños grupos de escritores y leyendo nuestros trabajos mutuamente. Ella es una chica escritora que tiene talento, que quizá al igual que muchos de los que empezamos, no somos los mejores del mundo, pero que sí tenemos amor, dedicación y orgullo a las palabras.

Ella es Ally Torres, una chica de el mismo estado que asiste a la misma universidad que yo, pero en otro campus, obviamente. Entiende del estupido programa que nos rige, entiende del estrés y las crisis escritoras.

Sé que su banda favorita es COLDPLAY,
(entre muchísimas más),


y que adora
INGLATERRA
 con toda su alma.

Considera a Robert Pattinson y Andrew Garfield sus musos.
  

Y a Emma Watson su musa.


Hay muchisimos detalles más que podría comentarles sobre ella. Una entrada en mi blog es lo unico que puedo darle. Una entrada en este pequeño y no muy conocido lugar, pero muy muy muy especial para mi. Espero que pasen a visitarla en su blog.


Ahora me dirijo a ti, Ally Torres (me sentí bien Voldy poniendo el terror en Hogwarts. "Ahora me dirijo directamente a ti, Harry Potter..."): eres parte de mi mundo ahora, si por alguna razón dejamos de llevarnos o ya no ando tanto en el muy cibernético, debes saber que has marcado mi vida como muchas otras personas, que te tendré en mis recuerdos y que has sido una buena compañía para mi. Te quiero.








Nuktaé: Declaración de guerra

La verdad es más importante que la paz,
porque la mentira es la madre de la guerra.

(M. Gandhi)

Había pasado más de un año desde que había dejado su nación: Nuktaé.
Extrañaba el verde que cubría los árboles, troncos, suelo… Ahora estaba en su hogar. Había regresado y ahora más que en cualquier otro momento, se daba cuenta de la gran responsabilidad que tenía. No solo era administrar los recursos del país del norte y tomar decisiones sabias, era hacerse responsable por las vidas y la integridad de aquellos que estaban bajo su gobierno.
─Su alteza, es tiempo.
─Lo sé –respondió ella a la par que suspiraba. Meditó otro momento más, dejando en suspenso al nuevo consejero.
─¿Su alteza? ─repitió el hombre.
Narthi se acercó más al árbol, pasando por encima de las gruesas y viejas raíces, acarició el tronco, como si fuese parte del cuerpo del Rey que estaba sepultado bajo sus hojas y con seguridad en su rostro y palabras, dijo:
─Declararemos la guerra.

10.09.2011

Lanzarse al vacío

Lanzarse al vacío era una mejor opción que quedarse y enfrentar todos sus problemas,
lanzarse al vacío significaba huir pero a la vez, experimentar una caída,
intentar desplegar las alas antes de chocar contra el frío asfalto.

Lanzarse al vacío era lo que no quería hacer,
pero tampoco podía quedarse en este mundo para sufrir.
No más dolor, no.

Lanzarse al vacío desprovista de alas
y sin un trambolín que recibiera el impacto era la muerte.
Pero hacerlo, significaba una posibilidad de no volver a sentir jamás.

Lanzarse al vacío y ser recibida por unos fuertes brazos,
que la abrazaran y le hicieran sentir cariño era lo que necesitaba.




Lanzarse era una opción, pero había muchas otras...

10.04.2011

El tiempo es veloz



Qué rapido es el tiempo, veloz. Hace dos años había entrado a la Universidad, asustadiza y temerosa, frustrada por no poder estudiar lo que verdaderamente quería.

Ahora, cuatro semestres y medio después, muchos momentos de llanto, alegría y enojo, me encuentro desvelándome para preparar y delimitar mi tema de tesis. Vaya, qué tiempo.  (Y qué miedo)

Pero lo más impresionante de todo es que no me he separado de las letras y no planeo hacerlo. Aunque tenga mucho estrés con la universidad, no tenga tiempo por tesis, servicios y demás cosas que vaya a hacer, escribiré.

Aunque sea unos pocos minutos al día, me dedicaré enteramente a ello.

La escritura una vez más, me dará la fuerza para continuar estudiando una carrera que no me agrada mucho.

Por eso ahora recuerdo, que "la palabra escrita es una cosa poderosa".
Sin inspiración.
 Ah, desgraciada.
Esa musa que se va y me deja abandonada.
Ah, como te quiero enterrar un cuchillo.
Deberías estar aquí a mi lado, pero te has marchado.
Bueno, déjame decirte algo: no te necesito.
Con disciplina, empeño, mi cerebro y enjundia,
podré hacer grandes cosas. Si regresas, serás bienvenida...
y si no, ya te encontraré en algun otro lado.

10.03.2011

Definición: Sonrisa

Una sonrisa es algo que puede empezar a ofrecer ahora mismo.

"Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a aquellos que la reciben, sin empobrecer a quienes la dan. Toma solo un momento pero su recuerdo perdura a veces para siempre. Nadie es tan rico o poderoso que pueda vivir sin una sonrisa, y nadie es tan pobre que no pueda ofrecerla. Una sonrisa crea felicidad en el hogar, impulsa la buena voluntad en los negocios y es el signo de la amistad. Proporciona descanso a quien está agotado, alegría al desanimado, luz de sol al triste, y es el mejor antídoto de la naturaleza para los problemas. Pero a pesar de eso no se la puede comprar, solicitarse, alquilarse o robarse, puesto que es algo que no vale nada para nadie sino únicamente cuando se ha ofrecido. Algunas personas están demasiado cansadas para sonreír. Deles una usted, ya que nadie necesita una sonrisa como aquellos que ya no tienen una que ofrecer."


Mi Tío Juan me regaló muchas sonrisas. Puedo recordar sus mejillas morenas estirándose, para regalarme una porción de sí mismo, un detalle tan valioso, un momento que perdurará en mi memoria por algún tiempo. No sé si para el resto de mi existencia, pero definitivamente me ha marcado. Mi Tío Juan no está en el planeta físico hoy, pero me espera por allá... en un mundo infinito, donde podremos reunirnos todos en un futuro no muy lejano.