11.20.2015

El sabor agridulce de Sinsajo, Parte II

Hoy, a las 0:30 horas del día, mi sobrina y yo fuimos a ver Sinajo, DIGO SINSAJO Parte II, película que finaliza la saga Los Juegos del Hambre.

A decir verdad, no me sentía muy emocionada y ansiosa. No fue como ver la Las Reliquias de la Muerte, ni siquiera se comparó a la emoción juvenil de ver Crepúsculo. En sí, no la había anhelado. Lo que más quería era ver los momentos doloros: la muerte de Finnick y Prim y la escena de Katniss y Buttercup. No me sentí extasiada cuando todo comenzó ni sentí que mi alma se dividía en miles de pedazos. ¿Que si lloré? Sí. Y mucho. Las escenas de guerra, la injusticia y la muerte de los inocentes, Peeta perdido en su propia mente sin saber quién es, qué es real y que no, me hicieron sentir muy triste.

El momento de mayor impotencia fue, claro está, la muerte de Finnick Odair (es uno de mis personajes favoritos). Creo que lograron capturar ese momento del libro en escena, porque me sentí igual de cabreada y juré jamás en la vida perdonar a Suzanne Collins por haber hecho eso
Sigo cabreada. Y lo seguiré estando durante muchísimo tiempo. ¿Por qué? Porque necesitaba un momento para llorar a Finnick, para sentirme desgarrada, para contemplar su cuerpo en un lugar pacífico y poder imaginarlo inerte. No me gustó que tuviese una muerte efímera. Ni siquiera hay momento para llorar porque los demás están en peligro y deben correr. Y sigo cabreada por eso. No sé por qué me resulta tan difícil aceptarlo. No puedo aceptarlo. 

Escuchar a Finnick gritar, verlo ahí, y después nada... Maldita sea, yo quería un jodido break para llorar y sacarme el corazón hecho cachitos del pecho. Porque Finnick, maldita sea, amo a Finnick Odair por razones misteriosas.




Y en conclusión, me gustó la película. Pero no me gustó que modificaran la muerte de Prim, que no cayeran más paracaidas. Me encantó el besito de Haymitch + Effie. Me gustó mucho la actuación de Josh Hutcherson en los momentos de crisis de Peeta, amé el score y la escena final.
Creo que adquirí un profundo trauma en vez de una felicidad genuina por la finalización de la saga. Como en los libros, me he quedado con un sabor agridulce y un vacío existencial tremendo.

Pd: No pude dejar de pensar en lo ridículo y cínico de la situación. Todos emocionados por una película sobre la guerra, cuando en la realidad está tomando lugar una.